Esgaroth city |
Gloin es algo quisquilloso y no confia demasiado en los dos aventureros de los que se ha hablado en algunos circulos cercanos a èl. Sin embargo el peloteo de Violeta Bolsòn unido a su reconocido apellido ponen las cosas mas equilibradas. La elfa se presenta como Rodwen y les comunica que Galiòn, su amigo elfo, le ha comentado que el grupo corre aventuras y a veces riesgos innecesarios que es justo lo que ella busca. Tras varias preguntas tipo -¿Que harìas con una lampara de aceite y unas mantas?-, es aceptada de inmediato.
A la mañana siguiente consiguen pasaje en barca hasta la escalera de Girion donde los pescadores les preguntan noticias y les piden que les canten algo. La elfa canta una bella cancion que encandila a la gente, sin embargo Violeta consigue algo parecido a un eructo. La gente empieza a beber en la orilla y pone farolillos y antorchas para celebrar la despedida del verano y entre la muchedumbre y el jolgorio, Violeta se tropieza con un vejetre que la avisa,-Si vais al Sur, donde las cienagas tened cuidado. Pisad ligero y temed a la hierba del ahorcado-. Rodwen tiene algunos conocimientos de tal hierba y avisa que se te enrosca al cuello y te ahorca como si tuviese vida propia. Agradecen la advertencia y terminan la fiesta para descansar y bajar la escalera de piedra por la mañana.
Algunos dias mas tarde de navegaciòn dificil por las ramas y troncos que viajan rio abajo se adentran en las cenagosas orillas de los pantanos, al oeste del rio Celduin.
No consiguen recopilar mucha informacion sobre donde han ido los enanos pues no hay signos de campamento por las orillas ni huellas de pisadas en el barro. Una de esas noches Violeta escucha unas pisadas sospechosas no lejos del campamento. Despierta a Rodwen y Bern y al momento estan rodeados por cuatro elfos apuntandoles con sus arcos. Tras presentarse amigablemente los elfos bajan sus armas y les preguntan porque viajan por las fronteras del Bosque Negro. Les comentan su misiòn y los elfos responden que vieron a dos enanos no muy lejos de aquì acampando cerca de unas ruinas en el pantano màs adelante.
La mañana siguiente, y con los elfos desaparecido durante la noche (sin decir na ni na), la navegaciòn se vuelve si cabe mas dificil por culpa de las ramas de los arboles que se interponen el el cauce del rio. Justo antes de saltar a buscar huellas en la orilla Bern toca algo con la pertiga. Es un esquife hundido y con escalofriantes marcas de arañazos, como si lo hubiera rasgado zarpas o colmillos. No hay rastro de los enanos asi que siguen adelante.
Al caer la tarde llegan al campamento donde encuentran comida y efectos personales abandonados a la intemperie, una fogata consumida por completo y en un agujero de un arbol muerto, una caja de madera de caoba encajada con fuerza pero bien escondida. Observan detenidamente la caja que es una joya de arte de eanisterìa. Con motivos de pajaros con aspecto regio parecidos a aguilas y adornos de marfil. Al verla tanto Bern como Violeta pasan una tirada de corrupciòn contra el Mal del Dragòn para no darse de navajazos por la caja ( que por cierto , ni se molestan en abrir a ver que hay).
Con el lio de la caja Violeta no se da cuenta que una rama del ahorcado se està enredando en su cuello y su pelo pero Rodwen està atenta y corta la rama de un tajo. La zona apesta a sombra oscura que echa
"patràs". Observan los alrededores y dan con una fosa llena de huesos de todos los tipos. Animales, humanos y hasta trasgos. El descubrimiento les obliga a tirar contra la corrupciòn, pero la pasan bien.
Hay varias ruinas en la orilla del pantano pero son muros derruidos y poco mas. Menos una construcciòn sin puertas que se adentra en el pantano y parece que està a punto de ser digerido por las negras aguas del pantano.
Entonces en la cabeza de Rodwen empieza a sonar una reverberaciòn como de una campana. Sin que sus compañeros lo esperen la elfa se adentra en las aguas del pantano. Bern aun siendo un gran nadador no consigue encontrarla entre las oscuras y putridas aguas. Violeta observa las ruinas que hay mas adelante a ver si consigue un sitio mas alto desde donde ver. Ve un rastro de burbujas en direccion al edifio en pie de la orilla y deciden bucear para buscar a su compañera.
Mientras Rodwen sueña con unos seres amables y cariñosos que la llevan a un sitio mejor donde descansara con ellos para la eternidad.
Bern se ata con una cuerda a Violeta, que lo mas cerca que quiere el agua es a dos kilometros y apenas sabe chapotear y se tira pantano adentro.
Consiguen llegar a una habitaciòn de piedra dentro de la construccion y pasan varias galerias de largo. Una de ellas una recia puerta de madera con refuerzos de metal que tiene los mismos arañazos que vieron en el esquife hundido de los enanos. Pero està cerrada a cal y canto.
En una de las ultimas galerias encuentran el cuerpo dormido de Rodwen que le cuesta horrores despertar. Sin embargo corre prisa puesto que han llamado la tencion de los imquilinos y decenas de ojos brillantes se ven en la galeria contraria y se dirigen lentamente hacia ellos. Cogen a la elfa y se la llevan al ramal principal donde hay un enano gritandoles-¡¡Venid por aquì, vamos!!-. Cierran la puerta que antes encontraron abierta y ven a dos enanos desnutridos y cansados cerrando postigos y poniendo una viga para entablar la puerta.
Les ofrecen algo de la comida y bebida que llevaban (dejaron casi todo fuera, como los enanos) y les relatan como llegaron a la habitaciòn de la campana. Los enanos señalan una campana que descansa sobre una armazon de madera al fondo de la habitaciòn. La estudian detenidamente y Rodwen con un vasto conocimiento sobre los poderes de la sombra deduce que la campana aturde a las razas segùn su grado de corruptibilidad. Decide no tocarla, los enanos ya lo han echo y no han conseguido nada. Bern toca con el asta de su lanza la campana y apenas se oye un audible sonido. Violeta golpea con el pomo de su daga y retumba un sonido reverberante pero no dañino ni hipnotizante asi que deciden escuchar en la puerta.
¡Las criaturas se han ido! Aprovechan la oportunidad y abren la puerta y salen a toda leche hacia la habitacion abovedada del principio. En su huida Bern acaba con uno de esos seres tambaleantes ,de piel palida y humeda con ojos blancos vacios de humanidad, como un cadaver putrido en el agua. Inca su lanza y lo atraviesa de lado a lado. Ni siquiera tienen tiempo de echar mano al tesoro de una de las galerias pues son perseguidos por decenas de estos seres y tienen que ayudar a los enanos a llegar. Se sumergen a tiempo y salen a la orilla del pantano.
Recojen los fardos que dejaron (la caja por la que Balin pregunta insistentemente se la devuelven) en los dos campamentos y huyen como gamos de la zona a bordo de la barca.
Ya en Esgaroth Gloin les felicita y parece realmente otro al que conocieron, la alegria de ver a sus congeneres de una pieza lo ha revivido años. Cumple su palabra y les da a cada uno 3 puntos de tesoro y lo consiguen como mecenas.
Itinerario que iban a seguir Balin y Oin |
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